Desde niña, Angélica Sánchez inventaba cuentos y con su padre jugaba a soñar que sería escritora.Un día su padre murió y nadie más volvió a interesarse en sus historias. Arrumbó sus sueños y los años pasaron. El día que cumplió 50, sucedió algo inexplicable, su casa amaneció con olor a la loción de su padre. El aroma salía de las paredes, de los grifos, de todos lados. El misterio nunca se resolvió, pero hizo que Angélica renunciará a su empleo, se fuera al desierto de Sonora y empezara a escribir.
Egresada del Colegio de Escritores de la SOGEM, licenciada en Letras y con posgrado en literatura hispanoamericana. Actualmente imparte talleres a escritores que no se atreven a escribir. Ha publicado las novelas Ella decidió ser hippy a los 50 (Premio de Novela 1999 del ISC), Quizás, quizás, quizás (2001), Vainilla (Amarillo Editores). Es autora de la obra de teatro Si no te oyen grita... grita fuerte (2004) y del cortometraje El viento viene la niña se va (2006). Su talleres literarios Solicito artista y Abrapalabra han sido publicados en diversos medios y se trasmiten por radio.
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